✍️ ¿Vendés por tu cuenta? El error silencioso que cometen 8 de cada 10 dueños
Antes de abrir la puerta, aprendé a reconocer a quién vale la pena atender. Te enseño cómo filtrar curiosos y detectar compradores reales
![]() |
Muchos "dueño vende" pierden tiempo mostrando su propiedad a curiosos. Descubrir cómo filtrar compradores reales desde el primer contacto es la clave. |
Vender una propiedad por tu cuenta no es tan simple como poner un cartel y esperar. Ojalá fuera así, ¿no? Pero la realidad es otra: te empiezan a escribir por WhatsApp, te llaman a cualquier hora, te prometen que “van a pasar a verla”... y al final, nada. Te hacen perder tiempo. Y energía.
Y no te culpo. A todos nos puede pasar. El entusiasmo por vender rápido te juega en contra y te hace abrir la puerta a cualquiera. Pero ojo: mostrar no es vender. El secreto está en filtrar. Y hacerlo antes de la visita.
El primer filtro: leer entre líneas desde el primer mensaje
Cuando te contactan por una propiedad, el tipo de mensaje ya te dice mucho. Es como cuando conocés a alguien: con dos frases ya sabés si va en serio o no.
👉 Si te preguntan cosas concretas -precio final, gastos, ubicación exacta, fecha de escritura-, probablemente sea alguien realmente interesado.
👉 Si te dicen “solo estoy viendo opciones” o “después te aviso si puedo pasar”… eso ya huele a pérdida de tiempo.
Y hay otro tipo: el “competidor disfrazado”. A veces son otros vendedores que quieren comparar precios o sacarte información. Se nota cuando insisten con el valor, pero no muestran interés real por la propiedad.
Claves rápidas:
● Si pregunta por condiciones de pago o tiempos de entrega: buena señal.
● Si pide la dirección sin hablar de dinero: desconfía.
● Si menciona crédito y plazos, probablemente esté más avanzado.
Aprender a leer esos matices te ahorra horas de charlas sin sentido y visitas vacías.
Por qué la llamada previa es tu mejor aliada
Esto es clave. Muchos dueños hacen todo por WhatsApp, pero una llamada de dos minutos vale oro. El tono de voz no miente. Ahí ves si hay decisión o si solo está “viendo qué onda”.
Yo siempre hago tres preguntas cortas y al pie:
1. “¿Buscás para mudarte pronto o estás mirando con tiempo?”.
2. “¿Tenés que vender una propiedad antes de comprar?”.
3. “¿Estás gestionando un crédito hipotecario?”.
Si hay dudas, silencios largos o respuestas vagas (“más o menos”, “todavía no sé”), listo: ya sabés que no está listo para comprar. Una llamada te evita preparar una visita que no lleva a ningún lado. Y eso, créeme, vale más que cualquier anuncio premium.
$ads={1}
Hablar de dinero sin que suene incómodo
Sé que este punto incomoda. Pero es mejor hablar de plata ahora, no después.
Si tu propiedad cuesta 100.000 dólares y la persona tiene 50.000, no tiene sentido mostrar. Así de simple.
Podés preguntar con naturalidad: “Contame: ¿en qué rango de inversión estás buscando?”.
Dicho así suena amable. Si te responde con claridad, es buena señal. Si te esquiva o dice “depende”, seguramente no tiene definido su presupuesto.
Un dato que muchos desconocen: la mayoría de las visitas improductivas -te diría más del 70%- ocurren porque la persona no podía pagar lo que se ofrecía.
Filtrar sin parecer desconfiado (y cuidando tu seguridad)
Mostrar tu propiedad no tiene por qué ser un acto de fe. Pedí siempre nombre completo y teléfono. No es desconfianza, es sentido común.
Podés decirlo tranquilo: “Por seguridad, siempre pido nombre y contacto antes de coordinar una visita". Si lo considerás necesario, podés pedirle también el número de DNI.
Los compradores reales no se ofenden. Los que se niegan a dar datos… bueno, mejor que no vayan.
Y nunca, pero nunca, muestres la casa “de sorpresa”. Si alguien dice “estoy cerca, ¿puedo pasar ahora?”… la respuesta debería ser un educado no.
Tu aviso puede ser tu primer filtro (si está bien armado)
Mucha gente sube un aviso incompleto pensando que “así los hago llamar”. Error. Un aviso poco claro atrae curiosos, no compradores.
Publicá todo lo que puedas desde el principio:
● Precio final (nada de “a consultar”).
● Expensas aproximadas.
● Barrio o cruce de calles.
● Fotos reales y actuales, no de hace cinco años.
● Descripción honesta y concreta.
Por ejemplo: “Departamento de dos ambientes en Abasto, ideal para pareja o inversor. Bajas expensas, listo para escriturar.”
Nada de frases tipo “oportunidad única” o “imperdible”. Eso suena a publicidad vieja. Sé directo, claro y real.
$ads={2}
Durante la visita: observar más que hablar
Cuando llega el momento de mostrar, vos también estás evaluando. El comprador serio mira con propósito: pregunta, mide, se imagina viviendo ahí. El curioso comenta: “Ah, pensé que era más grande” o “Mi esposa no puede venir, después vemos”.
Si ves interés genuino, perfecto. Pero si notás que vino “por venir”, agradecé, despedí con amabilidad y seguí adelante. Recordá: no todas las visitas son oportunidades.
Tip profesional: si no te pregunta por gastos, escritura o condiciones de pago, no está en etapa de decisión.
Cuándo conviene sumar a un profesional inmobiliario
Acá viene el punto clave que muchos dueños no quieren escuchar… pero deberían: a veces, vender por tu cuenta no te ahorra plata, te hace perderla.
No porque no puedas hacerlo -claro que podés-, sino porque un profesional sabe filtrar, negociar y detectar señales que a simple vista se te escapan. Y eso, a la larga, se traduce en tiempo, seguridad y mejor precio.
Un profesional no solo consigue compradores, también sabe distinguir quién está realmente calificado. Te filtra las llamadas, organiza las visitas, cuida tu seguridad y se encarga de todo el proceso para que vos no tengas que estar pendiente del celular las 24 horas.
Si lo pensás bien, no se trata de pagar honorarios, sino de ahorrarte meses de estrés y riesgos. Y eso, cuando se habla de un patrimonio, no tiene precio.
Pensá como un profesional (aunque vendas por tu cuenta)
Vender sin inmobiliaria no significa improvisar. Significa asumir el rol de un profesional: preparar, filtrar y negociar con método.
Filtrar compradores es como abrirle la puerta solo a quien realmente quiere entrar. No lo hacés con desconocidos en tu casa, ¿no? Bueno, con la venta, igual.
Si te animás a hacerlo solo, usá estas herramientas. Y si en algún momento sentís que la carga es mucha, no dudes en pedir ayuda. A veces, delegar no es rendirse. Es simplemente vender mejor y más tranquilo.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo saber si un comprador es serio?
Si habla claro de presupuesto, plazos y forma de pago, va en serio. Si duda o evita responder, no está listo.
¿Debo pedir datos personales antes de mostrar?
Sí, al menos nombre completo y teléfono. Es por tu seguridad y para mantener un registro ordenado de interesados.
¿Conviene publicar el precio o dejarlo “a consultar”?
Siempre publicá el precio. Ocultarlo genera desconfianza y atrae curiosos.
¿Y si alguien quiere pasar sin avisar?
No lo hagas. Coordiná siempre con antelación. Mostrar apuro resta seriedad.
¿Cuándo conviene contratar un profesional inmobiliario?
Cuando sentís que no tenés tiempo, experiencia o tranquilidad para manejar todo el proceso solo. Un profesional puede acortar los plazos y cuidar tus intereses.
Temas relacionados:
.Vender
