¿PH o condominio? No son lo mismo (y si no lo sabés, puede salirte caro)

Muchos compran pensando que es lo mismo, pero hay diferencias entre un PH y un condominio que pueden afectar tu bolsillo... y tus derechos

¿PH o condominio? No son lo mismo (y si no lo sabés, puede salirte caro) - facundopolo.com

Cuando buscás una propiedad, hay una palabra que aparece todo el tiempo: PH. Y a veces, otra que parece lo mismo: condominio. Pero ojo, no son iguales. Aunque a simple vista puedan parecer similares, las diferencias legales y prácticas entre ambos pueden impactar directamente en tu compra, alquiler o inversión.

En esta nota, te explicamos de forma clara qué los distingue, cómo funcionan y por qué entenderlos puede evitarte problemas (y gastos) a futuro.

No es solo una cuestión legal: también es práctica

Cuando ves un aviso que dice “PH con patio” o “departamento en condominio”, tal vez no te detengas a pensar qué significa exactamente. Pero la verdad es que el régimen legal de una propiedad marca la cancha: define si vas a poder vender, hipotecar, alquilar o incluso remodelar con libertad… o no.

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¿Qué es un PH y por qué es tan común?

El PH -abreviatura de propiedad horizontal- es un régimen legal bastante conocido en Argentina. Se usa en edificios, dúplex, casas tipo chorizo recicladas, pequeños complejos… en fin, donde varias unidades conviven en un mismo terreno.

Cada unidad tiene su propia escritura, su número de partida inmobiliaria, y el dueño puede disponer de ella como quiera (salvo que se meta con las partes comunes, claro).

Además, hay un consorcio. Y aunque a veces cueste lidiar con las expensas o las reuniones de vecinos, ese marco ayuda a que las cosas funcionen: hay reglas claras, un administrador y decisiones que se toman por mayoría. Todo eso, por más tedioso que parezca, evita muchos conflictos.

¿Y el condominio? Suena elegante, pero...

En un condominio, el asunto cambia. No hay unidades divididas legalmente. Todos los propietarios tienen una parte -un porcentaje- de todo el inmueble. Es como tener una pizza sin cortar: cada uno es dueño de un pedazo, pero nadie puede señalar con certeza cuál.

Este régimen suele aparecer en terrenos heredados, casas compradas entre hermanos o parejas, o en construcciones donde, por alguna razón, nunca se hizo la subdivisión como PH.

No hay reglamento, ni consorcio, ni administración formal. Todo se decide por acuerdo entre los copropietarios. Y eso, en la práctica, puede volverse un lío: ¿Quién arregla una filtración? ¿Se puede pintar? ¿Y si uno quiere vender?

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Las diferencias que realmente importan

A veces, las palabras técnicas nublan lo importante. Así que acá va, sin vueltas:

Dominio

PH: sos dueño de tu unidad, con papeles y todo.
Condominio: sos dueño de un porcentaje, pero sin separar espacios.

Escritura y registro

PH: escritura individual, fácil de registrar y vender.
Condominio: una sola escritura compartida. No podés vender tu parte sin acuerdo.

Expensas y decisiones

PH: se pagan expensas, pero hay estructura.
Condominio: no hay expensas, pero tampoco reglas claras.

Obras y mejoras

PH: si querés hacer arreglos, hay mecanismos para decidir.
Condominio: si no hay acuerdo, puede frenarse todo.

¿Por qué tantos se confunden?

Porque visualmente son parecidos. Muchos dúplex o casitas tipo PH se ven independientes, pero legalmente son parte de un condominio indiviso. Tal vez tengan entradas separadas, patios privados, incluso medidores individuales… pero si en la escritura no figura una unidad funcional, no es un PH.

Y eso importa. Mucho. Porque aunque el cartel diga “PH con jardín”, lo que vale es la escritura.

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Elegir bien puede evitarte problemas

Si estás por comprar, vendé el entusiasmo y agarrá la lupa. Un PH es más previsible: podés hipotecar, escriturar a tu nombre, vender sin pedir permiso. Un condominio, en cambio, te puede dejar atado a las decisiones de otros.

Y no es solo un tema legal: también afecta tu día a día. ¿Quién paga una reparación urgente? ¿Podés poner una parrilla? ¿Y si tus vecinos no están de acuerdo?

Lo que deberían saber compradores, desarrolladores e inquilinos

● Si vas a comprar: pedí ver la escritura. No te guíes solo por lo que dice el anuncio.
● Si sos desarrollador: sin subdivisión, perdés mercado. Hoy el comprador busca seguridad jurídica.
● Si alquilás: ojo con el régimen. Si no hay reglas claras, después nadie se quiere hacer cargo de nada.

¿Querés comprar con confianza?

PH y condominio no son sinónimos. Uno te da autonomía, el otro te ata. Uno tiene reglas, el otro se maneja por acuerdos (y muchas veces, desacuerdos). Y la diferencia, aunque parezca técnica, puede afectar directamente tu bolsillo, tu tranquilidad y tus planes a futuro.

Antes de dar el paso, consultá con un profesional inmobiliario. Una propiedad no es solo ladrillos: también es papeles, derechos y obligaciones. Asegurate de saber dónde estás pisando.