¿Querés evitar un remate? Este trámite puede salvar tu hogar (y casi nadie lo hace)
Un simple paso legal puede evitar que tu vivienda termine en manos de un juez por una deuda. Sí, aunque no lo creas, se puede. Y es gratis.
%20-%20facundopolo.com.webp)
¿Sabías que podés blindar tu casa frente a deudas futuras con un trámite sencillo y gratuito? Sí, como lo leés: existe una forma legal de proteger tu hogar y evitar que termine en remate.
En esta nota te contamos, sin vueltas, cómo funciona el régimen de protección de la vivienda, quién puede acceder y por qué conviene hacerlo cuanto antes. Una guía clara para cuidar lo más importante: tu hogar.
¿De qué se trata todo esto?
Se llama régimen de protección de la vivienda y, aunque suena técnico, es una herramienta legal muy poderosa. Básicamente, sirve para blindar tu casa frente a deudas que puedan surgir más adelante. Si hacés el trámite, el inmueble no puede ser embargado ni rematado, salvo en casos puntuales.
Antes se conocía como “bien de familia”, pero cambió con el nuevo Código Civil y Comercial (CCyC). Lo mejor: ya no hace falta tener una familia formal para acceder. Si sos dueño de una propiedad, podés protegerla.
{inAds}
¿Quién puede pedir esta protección?
El trámite está pensado para personas reales, con problemas reales. Lo puede hacer cualquiera que sea titular del inmueble, incluso si lo comparte con otros. Y podés incluir como beneficiarios a tus seres queridos más cercanos:
● Tu pareja (casados o no, con al menos dos años de convivencia).
● Tus hijos, padres, abuelos o nietos.
● Hermanos, tíos o sobrinos.
Un punto importante: al menos uno de los beneficiarios tiene que vivir en la casa. No sirve si está vacía o alquilada.
¿Qué tipo de propiedades se pueden proteger?
Solo una. Ni dos, ni tres. Una sola vivienda por persona, y tiene que ser tu lugar de residencia habitual. Puede estar en una ciudad, un pueblo o en el campo. Si es rural, hay que tener en cuenta que no supere el valor de lo que se considera una Unidad Económica.
En resumen: si es tu casa y vivís ahí, podés protegerla.
{inAds}
¿Y si tengo deudas? ¿Me la pueden embargar igual?
Acá viene la parte clave. Si inscribís la protección, tu vivienda queda fuera del alcance de la mayoría de las deudas futuras. Pero hay excepciones. En estos casos, sí podrían embargarla:
● Si dejás de pagar expensas, impuestos o tasas municipales.
● Si sacaste un crédito para hacer reformas y no pagás.
● Si tenés una deuda alimentaria, por ejemplo, con tus hijos.
● Si pusiste la casa como garantía de un préstamo (hipoteca).
Es decir, la protección no es mágica. Te cubre de mucho, pero no de todo.
¿La puedo vender, alquilar o usar como garantía?
Sí, claro. Pero hay un detalle: primero tenés que desafectarla, es decir, sacarla del régimen de protección. Esto se hace en el mismo momento de la operación. Si vas a vender o hipotecar, el escribano se encarga de todo en el mismo acto.
{inAds}
¿Y cómo se hace el trámite?
Acá va una buena noticia: es gratis si lo hacés directamente en el Registro de la Propiedad Inmueble de tu provincia. También podés hacerlo con escribano, por escritura pública, aunque en ese caso tiene un costo.
Necesitás pocos papeles:
● Título de propiedad.
● DNI.
● Una declaración jurada donde decís quiénes viven en la casa y para qué se usa.
El trámite no es largo. En promedio, tarda entre 5 y 15 días hábiles, según la jurisdicción. Algunas provincias ya tienen sistemas digitales, lo que facilita todo aún más.
¿Por qué conviene hacerlo hoy?
La verdad es que nadie planea endeudarse. Pero la vida pasa, se achican los ingresos, suben los gastos y de pronto una deuda se vuelve una pesadilla judicial. En un año como este, proteger tu casa puede marcar la diferencia entre dormir tranquilo o estar pendiente de una notificación.
Y es que cuando todo se mueve, tener un techo seguro vale oro. Literalmente.
{inAds}
Dudas frecuentes
1. ¿Se puede proteger una casa que tengo alquilada?
Lamentablemente no. El régimen está pensado para resguardar el lugar donde vivís o viven tus seres queridos. Si la casa está alquilada y nadie de tu círculo cercano reside ahí, no puede ser protegida.
2. Si compro una casa ya protegida, ¿esa protección me cubre?
No, y este punto es importante. La protección no viene “pegada” a la propiedad. Cuando comprás una vivienda, necesitás hacer el trámite desde cero y a tu nombre. Así te asegurás de estar realmente cubierto.
3. ¿Puedo incluir a mis hijos menores como beneficiarios?
¡Sí, claro! Tus hijos -aunque sean chicos- pueden ser beneficiarios siempre que vivan con vos en esa casa. El régimen también piensa en ellos..
4. ¿Me cubre frente a deudas viejas?
No. Y esto hay que tenerlo en cuenta. La protección entra en juego solo para deudas que surjan después de inscribir el inmueble. Si tenías compromisos anteriores, esos pueden seguir su curso judicial.
5. ¿Qué pasa si la casa está a nombre de varias personas?
No hay problema, se puede proteger igual. Pero eso sí: todos los dueños tienen que estar de acuerdo y firmar la solicitud. Es un trámite en conjunto.