Un error en la prueba o en la estrategia puede arruinar tu juicio de usucapión. Conocé las claves para evitarlo

Querer regularizar una propiedad por usucapión puede parecer sencillo. Pero un paso en falso -una prueba mal presentada, un derecho mal enfocado- puede hacerte perder todo.
Si estás por iniciar un juicio, o simplemente querés entender cómo funciona este proceso en Argentina, este artículo te muestra los errores más comunes y cómo evitarlos.
No es cualquier juicio: por qué la usucapión es un caso especial
En los juicios de usucapión no sirve el silencio del demandado ni alcanza con decir "poseo hace años". La ley exige demostrar todo con pruebas sólidas. Además, está regulado por normas de orden público: no hay atajos ni acuerdos que lo faciliten.
Si no presentás desde el principio los documentos adecuados o informes técnicos que respalden tu caso, corrés el riesgo de que lo rechacen sin más.
Derecho real: el punto de partida que muchos pasan por alto
Antes de iniciar el juicio, necesitás tener bien claro qué derecho querés usucapir: ¿dominio? ¿usufructo? ¿uso? Cada uno tiene reglas distintas y exige distintos actos posesorios.
Construir una casa en un terreno puede servir para pedir el dominio, pero no si pretendés adquirir un usufructo. Acá no hay espacio para suposiciones: el análisis legal previo es clave.
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La intención no se dice, se demuestra
No alcanza con decir que actuaste “como dueño”. El juez va a mirar tus actos: pagar impuestos, hacer mejoras, cercar el terreno... Todo suma para probar el animus domini.
Y cuidado: si tus acciones no reflejan esa intención, tu demanda puede caerse. En este punto, la coherencia es fundamental.
La prueba lo es todo: sin ella, no hay caso
Los juicios de usucapión se ganan con pruebas, no con relatos. Y no cualquier prueba: tiene que cubrir todo el tiempo legal requerido. Como eso no siempre es fácil, se usa lo que se llama “prueba compuesta”: mezclar testimonios, documentos, informes y más para convencer al juez.
¿La clave? Armar un rompecabezas que tenga sentido y muestre continuidad en la posesión.
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El error más grave: no probar el primer acto posesorio
Podés tener pruebas de los últimos 10 años, pero si no mostrás cuándo empezó todo, el juicio no va a prosperar. El primer acto posesorio tiene que estar demostrado de forma clara y objetiva.
Un recibo, una escritura antigua, una foto, un informe: lo que sea, pero tiene que ser concreto. Sin eso, la demanda puede fracasar desde el inicio.
Presunciones legales: útiles, pero no mágicas
Sí, el Código Civil y Comercial prevé presunciones -como la de posesión o la buena fe-, pero no podés depender solo de ellas. Sirven para reforzar tu caso, no para reemplazar las pruebas.
Además, si la otra parte presenta pruebas en contra, esas presunciones pueden desmoronarse. Usalas, pero con estrategia.
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Lo que no podés fallar si vas a juicio
• Identificá correctamente el derecho real que querés adquirir.
• Mostrá con pruebas cuándo empezó la posesión.
• Demostrá que actuaste con intención de ser dueño.
• Armá una prueba sólida y continua.
• No te apoyes solo en presunciones legales.
Si vas a usucapir, hacelo bien desde el principio
La usucapión puede ser una herramienta poderosa para acceder a la propiedad de un inmueble. Pero también puede volverse una trampa si no planificás bien tu estrategia.
Estudiar el caso, entender el derecho involucrado y presentar la prueba adecuada no es opcional: es lo que define si el juicio prospera... o no.