Dólar y FMI: qué anticipa Arriazu sobre el tipo de cambio

El economista Ricardo Arriazu analizó el panorama cambiario, los riesgos internacionales y el impacto del acuerdo con el FMI en la política monetaria

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En una conferencia organizada en Córdoba, el economista Ricardo Arriazu compartió su visión sobre el presente económico del país, el comportamiento del dólar, la política cambiaria y los desafíos que enfrenta el Gobierno. Además, analizó el impacto de la situación internacional, la negociación con el FMI y los posibles escenarios para levantar el cepo.

Panorama global incierto y advertencias sobre riesgos externos

Durante una conferencia en Córdoba , el economista Ricardo Arriazu ofreció un análisis detallado sobre la coyuntura económica argentina. Señaló que, si bien el país enfrenta desafíos importantes, la incertidumbre internacional representa una amenaza aún mayor.

Arriazu se refirió a eventos globales que podrían alterar la estabilidad financiera, mencionando en particular las políticas proteccionistas y restrictivas impulsadas por Donald Trump en Estados Unidos. “Los mercados reaccionan a la posibilidad de una guerra comercial y a la suba en las expectativas de inflación. Lo preocupante sería una combinación de burbuja de activos y guerra comercial, como ocurrió en 1929, aunque hoy el contexto es distinto”, indicó.

Dólar, inflación y crawling peg: cuatro posibles escenarios

En cuanto a la política cambiaria, Arriazu descartó la existencia de un atraso en el tipo de cambio. Afirmó que el aumento en tarifas expresadas en dólares y su peso en la canasta de consumo justifican la actual cotización del dólar oficial. “Si las tarifas suben en dólares, es imposible que no se aprecie el tipo de cambio, salvo que los salarios se desplomen, algo políticamente inviable”, explicó.

El economista propuso cuatro escenarios respecto del crawling peg:

  • Mantener el deslizamiento actual del 1% mensual.
  • Reducirlo al 0,5% a mitad de año, opción que consideró más adecuada.
  • Ejecutar una devaluación, hipótesis que descartó completamente.
  • Establecer un esquema de flotación con bandas, alternativa que calificó de inadecuada.

Según Arriazu, el actual aumento en la brecha cambiaria responde a la salida del carry trade ante la pérdida de confianza, en un contexto de temor a una devaluación. “Mientras el dólar siga siendo unidad de cuenta, no se puede flotar sin consecuencias”, advirtió.

FMI: reservas, deuda y libre disponibilidad

Arriazu también analizó el posible impacto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Sin contar con información oficial, estimó un desembolso inicial de 8.000 millones de dólares -el 40% de los 20.000 millones del convenio- que servirían para fortalecer las reservas.

Advirtió que lo relevante no es solo el monto, sino si esas reservas estarán disponibles para intervenir en el mercado. “Los fondos son para defender al peso, no para otra cosa. Si no los puedo usar, ¿para qué los quiero?”, planteó, recordando lo ocurrido en 2018.

¿Cuándo se levantará el cepo cambiario?

Respecto al control de cambios, el economista sostuvo que el refuerzo de reservas con el acuerdo del FMI no sería suficiente para levantar el cepo. Para hacerlo, se necesitaría cubrir pagos de dividendos y regalías pendientes, así como posibles corridas cambiarias equivalentes al 30% de los activos monetarios privados.

“No creo que abran el cepo de inmediato. Probablemente busquen acuerdos con empresas para regular pagos pendientes y vayan liberalizando el mercado gradualmente”, explicó. Según su visión, una caída del riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos, tras resolver vencimientos de corto plazo, permitiría el regreso a los mercados internacionales. Si el proceso es exitoso, la apertura total del cepo podría concretarse después de las elecciones o el próximo año.