¿Querés subalquilar tu alquiler? Lo que podés hacer (y lo que no)

Hoy tenés más libertad para decidir qué hacer con tu alquiler. Pero si subalquilás sin cuidado, el problema puede ser más grande de lo que pensás

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¿Pensás subalquilar tu alquiler para cubrir gastos o porque te vas unos meses? Ojo: después del DNU 70/2023, las reglas cambiaron y no todo está permitido. Aunque ahora el subalquiler volvió a regirse por el Código Civil y Comercial -con más libertad para pactar-, hacerlo sin permiso del dueño puede costarte caro: desde la rescisión del contrato hasta un juicio de desalojo.

En esta nota te contamos cómo subalquilar sin meterte en problemas, cuáles son tus derechos como inquilino y qué errores deberías evitar para no complicarte legalmente.

Subalquilar en tiempos de contratos flexibles

Desde que entró en vigencia el DNU 70/2023, muchas reglas que venían complicando a inquilinos y propietarios quedaron fuera de juego. Entre ellas, la vieja Ley de Alquileres. A partir de ahora, cada contrato se arma a medida, y la clave está en lo que se pacte por escrito.

Entonces, si estás alquilando una propiedad y querés subalquilar -ya sea una habitación o todo el lugar-, tenés que saber en qué terreno estás pisando. Porque sí, podés hacerlo… pero solo si respetás algunas condiciones muy concretas. Y si no lo hacés bien, las consecuencias no son menores.

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¿Está permitido subalquilar?

Sí, pero no es tan libre como parece.

El Código Civil y Comercial (art. 1214) dice que el subalquiler está permitido siempre que no esté prohibido en el contrato original. Ahora bien, si ese contrato no dice nada sobre el tema, igual tenés que cumplir con una condición importante: avisar al dueño y esperar su respuesta.

¿Cómo funciona? Así:

● Le avisás al propietario por escrito (carta documento, correo electrónico con acuse, lo que sea fehaciente).
● Le das los datos del subinquilino y para qué va a usar el lugar.
● Si pasan 10 días hábiles sin que te responda, se considera que aceptó en silencio.

En cambio, si el contrato tiene una cláusula que prohíbe expresamente subalquilar, ahí no hay vuelta: no podés hacerlo, y punto.

¿Qué puede pasar si subalquilás sin permiso?

Acá es donde muchos se confían… y después se meten en problemas. Porque puede parecer algo menor, casi inocente, pero en la práctica puede disparar conflictos serios.

1. Te rescinden el contrato

Si incumplís lo pactado (art. 1205) o subalquilás sin autorización (art. 1219, inc. d), el propietario tiene derecho a terminar el contrato. Y no importa si venías pagando todo al día: el incumplimiento habilita la rescisión directa.

2. Te hacen juicio de desalojo

Si el dueño quiere recuperar la propiedad y vos o el subinquilino no se van, puede iniciar un proceso judicial (desalojo por proceso abreviado). Estos casos suelen resolverse rápido y, además, generan gastos.

3. Te reclaman daños y perjuicios

Si el subinquilino rompe algo, cambia el uso del inmueble (por ejemplo, lo convierte en oficina o lo publica en Airbnb sin permiso) o genera conflictos, el dueño puede exigirte una compensación económica.

4. El subinquilino queda en el aire

¿No firmaron nada? Entonces no tiene ningún respaldo legal. Y vos tampoco. Si deja de pagar o genera problemas, no hay contrato que lo obligue. Es como invitar a alguien a tu casa sin reglas claras… y que después no quiera irse.


¿Y si quiero hacerlo bien?

No todo son advertencias. Si hacés las cosas bien, subalquilar puede ser una solución práctica y legal. Lo importante es seguir algunos pasos básicos:

Leé tu contrato con atención. Si prohíbe subalquilar, no insistas.
Si no lo prohíbe, notificá al propietario. Por escrito, con todos los datos necesarios.
Esperá los 10 días hábiles. Si no se opone, podés avanzar.
Firmá un contrato de subalquiler. Que quede claro qué se alquila, cuánto tiempo, por cuánto dinero y con qué condiciones.
Informá al dueño quién va a vivir ahí, si se alquila una habitación o todo el inmueble.

Esos pasos, aunque parezcan engorrosos, pueden evitarte una montaña de problemas después.

¿Y si el dueño ya se enteró?

Bueno… si ya se enteró, hacerse el desentendido no es la mejor jugada. La verdad es que cuanto antes encares la situación, más chances tenés de evitar un conflicto mayor. Acá van algunas salidas posibles para descomprimir sin terminar en tribunales:

Proponé una adenda y regularizá la situación

Si todavía hay buen diálogo con el propietario, una opción concreta es ofrecer una adenda al contrato. Es decir, un documento extra que reconozca la sublocación y le dé un marco legal. Sí, a veces se puede firmar con efecto retroactivo.

¿El dueño no quiere saber nada? Proponé irte

Si está molesto y no quiere continuar con el vínculo, ofrecé rescindir el contrato. Entregar la propiedad puede cerrar el conflicto, sin escalar el problema ni arrastrarlo por meses.

¿Se trabó todo? Apostá por la mediación

Cuando el diálogo directo ya no funciona, una mediación extrajudicial puede ser un buen salvavidas. No es un juicio: es un espacio para negociar con un tercero neutral que los ayude a acordar. Es más rápido, más barato y, la verdad, mucho menos desgastante que ir a tribunales.

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Libertad sí, improvisación no

Hoy subalquilar está permitido en muchos casos. Pero eso no significa que sea tierra de nadie. Si lo hacés bien, podés resolver una necesidad concreta sin conflictos. Si lo hacés mal, lo que parecía una solución práctica puede volverse una pesadilla legal.

Informate, asesorate y tomalo en serio. Porque con un par de pasos simples, te evitás muchos dolores de cabeza.




Preguntas frecuentes

1. ¿Y si subalquilo solo una parte de la casa y yo sigo viviendo ahí?

Eso se llama subalquiler parcial. Está permitido si no hay cláusula que lo prohíba, pero igual necesitás avisar al dueño y esperar el plazo legal.

2. ¿Puedo cobrar más caro de lo que yo pago?

Sí. Mientras no haya cláusula que lo limite, el canon del subalquiler lo ponés vos. Eso sí, mejor que quede bien escrito.

3. ¿Qué pasa si el subinquilino no se quiere ir?

Si no hay contrato firmado, se complica. Por eso es clave dejar todo por escrito. Si no, quedás a la deriva.

4. ¿Y si lo hago igual sin avisar?

Podés hacerlo… pero te exponés. El dueño puede rescindir, iniciar un juicio o, peor aún, dejarte sin garantías frente a cualquier conflicto.

5. ¿El subinquilino tiene algún derecho legal?

Sí, si firmó contrato. Incluso puede accionar directamente si hay problemas graves, como cortes de servicios esenciales o incumplimientos del dueño.