La letra chica de usar IA en una tasación inmobiliaria (que te puede costar caro)

Creer que un algoritmo decide el precio de tu propiedad es un riesgo: velocidad no reemplaza experiencia, y un error puede puede costarte miles

La letra chica de usar IA en la tasación de inmuebles (que te puede costar caro) - facundopolo.com

Mirá, cada vez que hablo con un cliente me encuentro con la misma frase: “pero tal aplicación me dijo que mi casa vale tanto”. Y yo pienso: bueno, está bien, no digo que la tecnología sea mala, al contrario, nos da una mano enorme.

Pero… ¿De verdad vamos a dejar que un algoritmo decida cuánto vale el lugar donde vivís, tus ahorros de toda la vida, o la inversión más grande que vas a hacer? La IA es rápida, claro que sí. Te tira un número en segundos. Pero lo que está en juego no es un número cualquiera, es tu bolsillo.

La velocidad de la IA… y su “letra chica”

La IA te saca un valor en segundos. Es como abrir la heladera y encontrar todo servido. Tentador, ¿no? Pero ojo con la “letra chica”. La máquina se basa en datos duros: metros cuadrados, ubicación, operaciones pasadas. Y ya.

No le importa si tu departamento tiene vista al río o si justo enfrente están construyendo un edificio que te va a tapar el sol de la mañana. Eso, para vos, cambia todo. Para el algoritmo, es un cero a la izquierda.


El ojo humano no se reemplaza

Te cuento algo que me pasó hace poco. Dos departamentos idénticos, mismos metros, misma zona. La IA decía que valían lo mismo. Fui a verlos: uno estaba hecho pelota, humedad en las paredes, caños viejos; el otro, impecable.

¿De verdad valen lo mismo? No, ni cerca. El corredor inmobiliario ve lo que la computadora ni registra. Esa diferencia es la que puede salvarte de pagar de más o de vender por debajo del precio real.

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Cuando la IA no conoce el “lado B” legal

Acá es donde la cosa se pone seria. Porque no es solo cuestión de ladrillos. Una propiedad puede tener deudas de impuestos, expensas atrasadas o incluso estar metida en un juicio de sucesión.

¿La IA te avisa de eso? No, ni enterada. Los papeles los revisamos nosotros. Y te puedo asegurar que más de un comprador se clavó feo por no mirar esos detalles antes de cerrar la operación.

Los sesgos que nadie te cuenta

Los algoritmos no son tan “objetivos” como nos los venden. Si la base de datos está cargada de barrios caros, la IA infla los precios de zonas vecinas.

Me pasó con una casa en un barrio que estaba explotando de desarrollo: la máquina la subvaluaba, pero yo sabía que ahí había futuro. El comprador que confió en mi criterio ganó cuando la zona se disparó.


Negociar no es cosa de robots

Una cosa es el precio “de catálogo” y otra, muy distinta, es lo que la gente está dispuesta a pagar. Un propietario puede aceptar menos si necesita vender rápido, y un comprador puede pagar más si se enamoró.

La IA te da un número frío, pero en la mesa de negociación no hay algoritmos que valgan. Ahí juega la experiencia, el olfato y, por qué no, la intuición del corredor.

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La ilusión de la certeza

Esto me da bronca, lo admito. Muchos clientes me dicen: “pero la IA es más objetiva, no se equivoca”. Y yo pienso: error. Si le cargás datos incompletos, te devuelve un valor incompleto.

Además, si los precios publicados están inflados (y créeme, muchos lo están), el cálculo también se inflará. Es como cuando te dicen: “lo vi en internet, debe ser verdad”. Bueno… no siempre.

IA + experiencia: la fórmula que funciona

No todo es blanco o negro. Yo mismo uso plataformas de tasación para arrancar. Me dan un marco, una referencia. Pero de ahí a tomarlo como palabra santa, no.

Lo combino con mi visita, mi análisis del barrio, el estado de la propiedad, la realidad de las expensas y hasta charlas con vecinos. Ahí sí, la foto es completa. El cliente se queda tranquilo de que no le están metiendo el perro.


El futuro no es solo digital

La tecnología llegó para quedarse, eso está clarísimo. Pero no nos engañemos: un algoritmo no va a reemplazar la experiencia de alguien que camina los barrios y habla con la gente.

Para mí, el futuro es híbrido: IA para arrancar rápido, profesional para darle el toque final. Como el GPS: te orienta, pero si el camino está cortado, necesitás a alguien que sepa otra calle.




Preguntas Frecuentes

1. ¿La IA puede tasar mi casa con precisión absoluta?

No, puede orientarte, pero no contempla factores legales, emocionales ni detalles constructivos que afectan el valor real.

2. ¿Qué errores puede cometer una tasación automática?

Desde inflar precios por datos publicados hasta ignorar problemas ocultos, como deudas o vicios legales.

3. ¿Vale la pena pagar por una tasación profesional si tengo la IA gratis?

Sí. Lo gratis puede salir caro. Un error en la tasación te puede costar miles de dólares en la operación.

4. ¿Qué diferencia hay entre el valor que da la IA y el que da un corredor?

La IA te da un promedio matemático; el corredor ajusta según la realidad, el barrio y las condiciones del mercado.

5. ¿Cómo se logra la mejor tasación hoy?

Combinando: usar la IA como punto de partida y confirmar todo con la experiencia de un corredor inmobiliario matriculado.