¿Vivís al lado de una obra? Lo que podés reclamar (y cómo hacerlo)
El progreso avanza con grúas, martillos y camiones, pero tu tranquilidad también tiene un límite. ¿Qué dice la norma?
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Vivir al lado de una obra no debería sentirse como un castigo. En Rosario, la normativa marca límites claros: decibeles, horarios y medidas de higiene.
Este artículo te cuenta qué podés reclamar, cómo denunciar y qué sanciones enfrentan las constructoras cuando pasan por alto las reglas.
Una escena que muchos conocen
El despertador todavía no sonó, pero un camión ya descarga escombros en la vereda. Minutos después, arranca el martillo neumático y la mañana se convierte en un temblor constante. ¿Te resulta familiar?
La construcción mueve la economía, cambia la cara de los barrios y abre oportunidades. Pero, del otro lado de la medianera, la vida cotidiana se altera. Y es que en Rosario no todo está permitido: el Código de Convivencia Ciudadana (Ordenanza N.º 10.267) fija reglas precisas para proteger a los vecinos.
Ese marco legal establece algo simple: ninguna obra puede convertirse en una invasión permanente de ruido, polvo o inseguridad.
Ruido: cuando el martillo no da tregua
El ruido es, sin dudas, el gran protagonista de las quejas. La normativa pone un límite: 85 decibeles (dB). Para que tengas una idea, una conversación tranquila ronda los 60 dB; un martillo neumático puede trepar a los 100.
Y además, no todo vale a cualquier hora:
● Lunes a viernes: entre 7:00 y 20:00.
● Sábados: hasta las 13:00.
● Domingos y feriados: silencio total, porque está prohibido trabajar.
Si la obra sobrepasa esos límites, la Municipalidad puede aplicar multas y, en casos reiterados, incluso clausurar la actividad.
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Polvo y escombros: lo invisible que también afecta
El polvo no hace ruido, pero entra en la casa, se pega en la ropa y complica a quienes tienen alergias o asma. Por eso, las constructoras tienen la obligación de:
● Cubrir los frentes con mallas protectoras.
● Regar con agua cada cierto tiempo para evitar nubes de tierra.
● Trasladar escombros en camiones cerrados (nunca a cielo abierto).
● Mantener limpia la vereda y evitar depósitos improvisados.
La verdad es que, cuando estas medidas se incumplen, lo cotidiano se vuelve insalubre. Y allí el vecino puede exigir la intervención municipal.
Horarios: hasta dónde llega la paciencia
El descanso no se negocia. La ordenanza fija horarios claros y todo lo que quede por fuera es infracción. Nada de grúas a medianoche ni mezcladoras encendidas en domingo.
Si una obra rompe las reglas, basta con llamar a las áreas de control e inspección de la Secretaría de Control y Convivencia (SCyC). Los inspectores tienen potestad para frenar la situación y labrar actas en el momento.
Cuando reclamar se vuelve necesario
A veces un buen diálogo con el encargado alcanza. Pero... si el ruido, el polvo o los horarios fuera de regla persisten, los pasos son claros:
● Presentar una denuncia en la Dirección de Control y Convivencia.
● Juntar pruebas: fotos, videos, registros sonoros.
● Solicitar una inspección municipal.
● Acceder a la mediación comunitaria, una vía gratuita y rápida que ofrece la ciudad.
Y, en casos graves, acudir a la justicia con respaldo médico o pericial.
Multas, clausuras y sanciones ejemplificadoras
Las sanciones no son simbólicas. El municipio puede imponer:
● Multas que superan los $500.000.
● Clausura preventiva de la obra hasta que se corrija el problema
● Obligación de limpiar y sanear el entorno.
● Y, en algunos casos, tareas comunitarias como castigo adicional.
La idea es clara, quien construye, debe hacerlo sin poner en jaque la vida de los demás.
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Reclamos colectivos: la fuerza del consorcio
Cuando un edificio entero sufre las consecuencias de una obra lindera, el consorcio puede actuar como una sola voz. Esto no solo refuerza el reclamo, sino que nacelera la respuesta municipal y evita que cada vecino tenga que pasar por el mismo trámite.
Además, Rosario contempla la figura de la mediación comunitaria: un mediador oficial se sienta con ambas partes para encontrar un acuerdo.
Consejos para sobrevivir a la obra del lado de casa
Mientras tanto, hay formas de sobrellevar la situación:
● Cerrá ventanas en los momentos de mayor actividad.
● Colocá burletes para tapar rendijas y aislar mejor.
● Usá purificadores o filtros si el polvo se mete demasiado.
● Y, si podés, reorganizá actividades sensibles -como reuniones de trabajo- en horarios más tranquilos.
Preguntas Frecuentes
1. ¿Qué pasa si una obra trabaja en domingo?
Está prohibido. Se puede denunciar y la Municipalidad puede aplicar sanciones inmediatas.
2. ¿Es legal empezar a las 6 de la mañana?
No. El inicio autorizado es a las 7:00.
3. ¿Qué hago si el polvo entra todos los días a mi departamento?
La obra debe tener mallas, riego y transporte cerrado de escombros. Podés denunciar el incumplimiento.
4. ¿Cuáles son las sanciones posibles?
Multas de hasta $500.000, clausura, limpieza obligatoria y hasta tareas comunitarias.
5. ¿Y si me enfermo por la situación?
Con certificado médico podés reforzar tu denuncia e incluso iniciar un reclamo civil por daños y perjuicios.
Normativa
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