"Inmobiliarias abstenerse" La tentación del dueño de vender sin inmobiliaria

Vender solo parece una gran idea. Como corredor inmobiliario te digo: ojo, que lo barato suele salir caro

Inmobiliarias abstenerse La tentación del dueño de vender sin inmobiliaria - facundopolo.com

Seguro la viste más de una vez: “Inmobiliarias abstenerse”. Esa frase aparece en portales, carteles caseros pegados en rejas y hasta en grupos de Facebook. Es como una advertencia para los colegas, casi un desafío.

Pero te digo algo: detrás de esas dos palabras hay un mundo de razones. Gente que quiere ahorrar, otros que desconfían, algunos que tuvieron malas experiencias. Y también está el simple “quiero hacerlo a mi manera”.

Yo, como corredor inmobiliario, lo entiendo. De verdad. Pero también sé -porque lo vi mil veces- que ese camino suele estar lleno de obstáculos que nadie te avisa. Y ahí empieza la historia que te quiero contar en este artículo.

La frase que todos leímos alguna vez

Me pasa seguido: veo avisos con el cartelito de “Inmobiliarias abstenerse”. Y, mirá, entiendo la lógica. La mayoría piensa: “Si me ahorro la comisión, me queda más plata en el bolsillo”. Pero lo que parece un atajo, muchas veces termina siendo un callejón sin salida.

En estos años como profesional me crucé con muchos dueños que arrancaron solos y después vinieron a golpear la puerta. ¿Por qué? Porque descubrieron que vender no es tan sencillo como publicar en un portal. Vender solo es como ir al gimnasio y después clavarte una pizza entera: la intención está, pero el resultado no acompaña.


Lo que no se dice del mercado

Hace poco un cliente me llamó agotado. Había tenido treinta llamados en dos semanas y cero interesados reales. ¿Sabés qué pasó? Se la pasaba atendiendo curiosos, perdiendo tiempo y escuchando ofertas ridículas.

Ese es el problema: el mercado está saturado de avisos y, si tu publicación no tiene estrategia, terminás invisible. Las inmobiliarias tenemos red de contactos, bases de datos de compradores y herramientas de marketing que un particular no maneja. No es magia, es trabajo de todos los días.

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Papeles y trámites: donde se complica todo

Te lo digo sin rodeos: la parte legal es la que más complicaciones genera. He visto dueños aceptar reservas sin contrato, firmar boletos mal redactados o no chequear deudas de impuestos. Después, la operación se frena, aparecen reclamos y hasta juicios por incumplimientos.

Mi trabajo es evitar justamente eso. Colaboro con escribanos, abogados y colegas que saben qué papeles hay que pedir y cuándo. Es la diferencia entre dormir tranquilo o pasar noches en vela.

El precio justo (ni de más, ni de menos)

Uno de los errores más comunes que veo es la sobrevaloración. Los dueños ponen un precio basado en el cariño a la casa, no en lo que dice el mercado. Y así la propiedad queda meses sin moverse.

Como corredor, mi tarea es tasar de forma profesional. Sí, a veces duele escuchar que tu casa vale menos de lo que imaginabas. Pero te aseguro que es preferible vender en tres meses al precio correcto que tener la propiedad publicada por dos años y terminar bajando igual. El mercado no compra recuerdos, nunca me puse a tasar abrazos y mates compartidos.


El tiempo que te ahorrás con un profesional

Te cuento algo que pasa casi siempre: los particulares no calculan el tiempo que demanda una venta. Llamados, mensajes, visitas, preguntas repetidas… Es un desgaste enorme.

Yo filtro a los interesados, organizo visitas con gente calificada y te mantengo al tanto del avance. En otras palabras, me encargo de que no pierdas tu tiempo ni tu paciencia.

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El mito del ahorro

Escuchame bien: el “ahorro” de comisión es, muchas veces, un autoengaño. Si vos pedís 100.000 y terminás aceptando 80.000 porque estás cansado, ¿qué ganaste?

En mi experiencia, una inmobiliaria puede lograr un precio más justo gracias a la negociación y a los contactos. Y aún descontando los honorarios, el resultado final termina siendo mucho mejor para vos.

Lo que aporto como corredor inmobiliario

No es solo mostrar la casa y cobrar. Mi trabajo incluye:

Tasación profesional, con datos actualizados de mercado.
Estrategia de difusión para que tu propiedad se vea (y se visite).
Filtro de compradores (serios).
Negociación objetiva, sin la carga emocional del dueño.
Asesoría legal y contractual.
Acompañamiento hasta la firma de la escritura.

Todo esto es lo que queda oculto detrás de la palabra “honorarios profesionales”.


Entonces, ¿conviene decir “inmobiliarias abstenerse”?

Si me preguntás como corredor inmobiliario con años de oficio, te digo que no. Lo que realmente estás diciendo es: “Prefiero perder dinero y oportunidades, antes que confiar en un profesional que me defienda”.

Claro que podés vender solo, nadie te lo prohíbe. Pero tenés que estar dispuesto a invertir tiempo, aprender sobre trámites legales, lidiar con negociaciones duras y arriesgarte a cometer errores, casi siempre, caros.

A fin de cuentas, decir “Necesito arreglar el coche. Mecánicos abstenerse.” o “Necesito vender mi casa. Inmobiliarias abstenerse”, es no entender que el problema no es el coche… ni la casa. Es que queremos soluciones, pero sin ayuda profesional.




Preguntas Frecuentes

1. ¿Cuánto cobra una inmobiliaria en Argentina por vender una casa?

Entre el 3% y el 4% del valor de venta, según la provincia (en Santa Fe, tanto el vendedor como el comprador pagan el 3% cada uno).

2. ¿Qué documentos necesito para vender mi propiedad?

Título de propiedad, DNI, libre deuda de impuestos y expensas, plano y certificados que pide el escribano.

3. ¿Puedo firmar un boleto de compraventa sin inmobiliaria?

Sí, pero ojo: lo ideal es hacerlo con asesoramiento legal.

4. ¿Qué pasa si vendo a un precio menor al de mercado?

Perdés plata y tiempo. Una tasación profesional evita eso.

5. ¿Es obligatorio vender con inmobiliaria?

No, pero es la manera más segura y práctica de cerrar una venta.