Sin sucesión, sin propiedad: el error legal que puede costarte caro

Miles de viviendas siguen registradas a nombre de fallecidos. Saltarse la sucesión complica la herencia y puede ponerla en riesgo

Sin sucesión, sin propiedad: el error legal que puede costarte caro - facundopolo.com

Heredar una casa en Argentina no garantiza que puedas usarla, venderla o alquilarla. Si no se inicia la sucesión, el inmueble queda atrapado en un vacío legal que puede derivar en la pérdida total del bien.

Este artículo explica por qué es fundamental iniciar el trámite, qué riesgos existen al no hacerlo y cómo se lleva adelante el proceso para asegurar la propiedad que legítimamente te corresponde.

¿Herencias estancadas? El problema de no hacer la sucesión

En Argentina, es frecuente que una propiedad quede "a la deriva" tras la muerte de su titular. ¿El motivo? Sus herederos no inician el trámite de sucesión. Y aunque parezca un simple papeleo postergable, la realidad es muy distinta: sin sucesión, no hay herencia efectiva.

Hasta que el proceso judicial no se lleva a cabo, los bienes continúan legalmente a nombre del fallecido. Esto impide vender, alquilar o usar el inmueble como parte del patrimonio familiar. Y con el tiempo, los riesgos se multiplican.

Las consecuencias de no resolver la sucesión a tiempo

Heredar una casa sin hacer la sucesión es como tener las llaves de una propiedad que no podés usar. Aunque se trate de una vivienda que estuvo en la familia por generaciones, si no se regulariza la titularidad, su valor queda atrapado en un limbo legal.

Entre las principales limitaciones se encuentran:

• No se puede vender ni hipotecar.
• No se puede alquilar legalmente. Cualquier acuerdo “de palabra” deja al supuesto propietario sin respaldo jurídico.
• No se puede usar como garantía bancaria.

Además, si hay varios herederos, basta con que uno solo inicie el trámite para que el resto deba sumarse. Sin embargo, cuanto más se demora, más problemas pueden surgir: herederos fallecidos, documentos perdidos, nuevas personas con derecho a reclamar, deudas impagas, conflictos internos. Todo esto complica, encarece y estanca el proceso.

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¿Y si nunca nadie hace la sucesión?

Puede pasar. Y cuando ocurre, el escenario se torna grave. Si ningún heredero legítimo reclama la propiedad durante años y no hay movimiento legal sobre el bien, el Estado puede iniciar un proceso de prescripción administrativa y quedarse con el inmueble.

No existe un plazo límite para comenzar la sucesión, pero cuanto antes se haga, mejor. Cada año que se posterga suma obstáculos y puede derivar en la pérdida definitiva del bien.

Qué necesitás para iniciar una sucesión

Poner en marcha una sucesión no es tan complejo como parece. El primer paso es reunir la documentación básica que permita acreditar el fallecimiento del titular y el vínculo de los herederos. Estos son los papeles esenciales:

• Acta de defunción del causante.
• Partidas de nacimiento, matrimonio o divorcio que comprueben la relación con el fallecido.
• Título de propiedad del bien (casa, departamento, auto, etc.).
• Última boleta del impuesto inmobiliario o automotor.
• Comprobantes de cuentas bancarias, si hay dinero en efectivo.
• Testamento, en caso de existir.

Una vez obtenidos, el trámite puede presentarse ante el juez correspondiente al último domicilio del fallecido.

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¿Dónde y cómo se presenta una sucesión?

Según el Código Civil y Comercial (artículo 2336), la sucesión debe iniciarse en el juzgado del último domicilio real del fallecido. Este dato suele coincidir con el que figura en el acta de defunción. La presentación puede hacerla cualquier heredero, incluso sin el consentimiento previo del resto.

Las dos etapas clave del proceso sucesorio

1. Declaratoria de herederos

Es el primer hito legal. El juez reconoce formalmente quiénes son los herederos legítimos. Con esto, comienza la gestión efectiva de los bienes.

2. Inscripción de los bienes

Una vez obtenidos los certificados de dominio e inhibiciones, los bienes se inscriben a nombre de los herederos. Este paso puede hacerse de manera directa o a través del tracto abreviado, una vía más ágil si hay una venta inmediata en puerta.