Por qué la construcción en seco es la opción más elegida frente a la inflación

Frente a la suba de precios y la incertidumbre económica, crece la construcción en seco como opción rápida, ecológica y con costos más controlados

La construcción en seco dejó de ser una tendencia marginal para convertirse en una opción concreta frente a los desafíos actuales del mercado. Menos tiempo, menos costos, menor impacto ambiental y más metros útiles: este sistema ya pisa fuerte en Argentina y promete seguir creciendo entre quienes buscan eficiencia sin resignar calidad.

Sube el metro cuadrado y la obra en seco gana terreno

Con los precios inmobiliarios en alza y el costo de construcción lejos de bajar, muchos se hacen la misma pregunta: ¿conviene comprar una vivienda terminada o construir desde cero?

En ese análisis, la construcción en seco empieza a destacar por varias razones: es más rápida, más previsible y, en muchos casos, más barata.

¿Qué es la construcción en seco y por qué es tan elegida?

Este sistema evita las mezclas húmedas como el cemento. Las piezas se ensamblan, atornillan o clavan directamente a una estructura. No hay tiempos de fraguado. Tampoco demoras innecesarias. ¿El resultado? Una obra que avanza más rápido y con menos margen de error.

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Las ventajas que están haciendo crecer esta tendencia

• Obra más rápida: En promedio, una construcción en seco lleva entre un 25% y un 40% menos de tiempo que la tradicional. Ideal para quienes buscan tiempos acotados y entrega rápida.

• Menor impacto ambiental: Se usan materiales reciclables, medidos a demanda. Eso reduce desperdicios y emisiones. Además, al acortar plazos, se reduce el uso de energía y agua.

• Presupuesto más controlado: Menos días de obra, menos exposición a la inflación. La previsibilidad es clave, sobre todo en un contexto de alta volatilidad.

• Más metros útiles: Las paredes ocupan menos espacio (14-15 cm frente a los 35-45 cm de una tradicional), lo que permite ganar superficie habitable en cada ambiente.

• Durabilidad garantizada: Bien ejecutada, una construcción en seco puede durar décadas. Ofrece buena aislación térmica, acústica y resistencia al fuego.

Sin humedad en cimientos: Al no usar agua en la obra, se evita un problema común: la humedad que sube desde los cimientos. Más confort, menos mantenimiento.

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¿Y los precios? Hasta 15% más bajos

Una construcción tradicional de buena calidad ronda hoy los USD 1.400 por metro cuadrado más IVA. En cambio, una obra en seco cuesta USD 1.200, según el proyecto. Es decir, un 15% menos.

Además, la distribución de costos juega a favor. En seco, la mano de obra representa entre el 30% y el 40% del total, mientras que los materiales equivalen al 60%. En la construcción tradicional, la relación suele ser 50/50.

Con la posibilidad de que bajen los precios de los materiales gracias a una apertura de importaciones y con salarios en alza, esta modalidad se vuelve aún más atractiva para quien busca invertir sin sorpresas.