Las casas modulares ganan terreno en el mercado argentino por sus costos accesibles, tiempos de obra reducidos y eficiencia energética

En un escenario donde la búsqueda de soluciones habitacionales accesibles se vuelve cada vez más urgente, las casas modulares emergen como una alternativa concreta frente al modelo de construcción tradicional.
Su rápido montaje, menor costo y eficiencia energética las convierten en una opción atractiva para quienes proyectan tener una vivienda propia. Este tipo de edificación, que gana terreno en distintas regiones del país, presenta características diferenciales que conviene analizar antes de tomar una decisión.
Ventajas económicas y energéticas de las casas modulares
Las viviendas modulares se posicionan como una opción moderna, rápida y eficiente. Se construyen en plantas industriales y luego se trasladan al terreno para su montaje. Según datos de la Cámara Argentina del Acero (CAA), este proceso permite reducir los tiempos de obra hasta un 50%, con un plazo estimado de entre cinco y seis meses desde el inicio hasta la entrega.
Además de su rapidez, el costo final representa otro punto a favor. Dependiendo del proyecto, una casa modular puede costar entre un 25% y un 30% menos que una vivienda tradicional.
En términos de consumo energético, estas construcciones permiten un ahorro del 50% al 60% tanto en calefacción como en refrigeración, gracias al tipo de materiales utilizados. Los paneles también ofrecen una alta eficiencia en aislamiento acústico, un aspecto en el que superan ampliamente a las construcciones tradicionales de ladrillo u hormigón.
Aspectos clave a considerar antes de elegir una casa modular
A pesar de sus ventajas, hay ciertos factores que conviene tener en cuenta antes de tomar la decisión de construir una vivienda modular:
• Terreno: Es fundamental que el lote cumpla con las normativas municipales, incluyendo las dimensiones requeridas y la posibilidad de conexión a servicios públicos como agua, gas, electricidad, cloacas y acceso vehicular.
• Permisos: Es recomendable consultar con las autoridades locales y el fabricante para verificar que el proyecto cumpla con los requisitos legales y técnicos necesarios.
• Tamaño: La elección del modelo dependerá de la cantidad de personas que habitarán la casa. En caso de familias numerosas, se necesitará una estructura con mayor cantidad de ambientes.
• Proyección a futuro: Las viviendas modulares permiten sumar módulos con el tiempo. Es clave planificar posibles ampliaciones a mediano o largo plazo.
• Eficiencia térmica: Estas construcciones integran sistemas de aislamiento que contemplan paredes, techos, suelos, ventanas y materiales como lana de vidrio, lo que optimiza el confort térmico.
El acero como material clave en la construcción industrializada
El acero conjuga varias características clave que lo vuelven ideal para este tipo de construcciones: es resistente, durable y otorga estabilidad estructural, tanto en la base como en los detalles del diseño, según explicaron desde la CAA.
La entidad destaca también su bajo impacto ambiental. El acero es 100% reciclable y su reutilización -a partir de chatarra- contribuye a reducir la huella de carbono. Su uso eficiente en la construcción disminuye el consumo energético y favorece prácticas más sustentables.
Casas modulares vs. prefabricadas: diferencias esenciales
Aunque a simple vista pueden parecer similares, las casas modulares y las prefabricadas no son lo mismo. Las viviendas prefabricadas suelen estar montadas sobre estructuras más frágiles, lo que las hace más vulnerables a la humedad y requiere mayores cuidados y mantenimiento. Además, su vida útil y capacidad de reutilización son menores.
Un ejemplo de vivienda modular es el sistema Steel Framing, que utiliza un entramado de perfiles de acero galvanizado. Este tipo de construcción en seco es adaptable a distintos climas y demanda poco mantenimiento. Los paneles termoaislantes que lo componen están fabricados con dos capas de acero y un núcleo de poliuretano expandido, lo que impide el paso del agua y previene fisuras y quiebres. Por sus características, una casa construida con este método puede mantenerse en pie durante siglos.